14 abr 2013

Weber, always Weber

A menudo escuchamos decir que los problemas que nos acucian actualmente en estos tiempos de crisis son todos ellos derivados del sistema económico dominante: el capitalismo. Según esta percepción, el capitalismo es el origen de todos los males que se abaten sobre el hombre y solo su eliminación y sustitución por un sistema “más justo” puede salvarnos a todos de la catástrofe.
No estoy de acuerdo con este análisis.
En primer lugar, habría que explicar qué es el capitalismo, porque me parece que existe una gran confusión sobre este concepto y no pocas veces se emplea de forma errónea. Para ello, voy a ayudarme de un libro que salió hace ya muchos años, pero que no ha sido superado por nadie a la hora de explicar qué y cómo debemos entender el capitalismo. El libro es: La ética protestante y el espíritu del capitalismo (Die protestantische Ethik und der 'Geist' des Kapitalismus) del economista y sociólogo alemán Max Weber (Erfurt, 21 de abril de 1864 – Munich, 14 de junio de 1920) que recoge una serie de ensayos de este autor sobre el asunto escritos entre los años 1904 y 1905.
Para mis citas utilizaré la traducción española de la ed. Península (Barcelona, 1969) a cargo de Luis Legaz Lacambra.
Empecemos por delimitar lo que es el capitalismo, o dicho de otra forma, sepamos de entrada lo que NO es capitalismo (la negrita es mía). Además, he hecho algunas apostillas al texto (en rojo) para que quede más clara la exposición.
«’Afán de lucro’ (Erwerbstrieb), ‘tendencia a enriquecerse’ (Streben nach Gewinn), sobre todo a enriquecerse monetariamente en el mayor grado posible, son cosas que nada tienen que ver con el capitalismo. Son tendencias que se encuentran [han tenido y tienen] por igual en los camareros, los médicos, los cocheros, los artistas, las cocottes, los funcionarios corruptibles, los jugadores, los mendigos, los soldados, los ladrones, los cruzados: [se puede decir]: en all sorts and conditions of men, en todas las épocas y en todos los lugares de la tierra, en toda circunstancia que ofrezca una posibilidad objetiva de lograr una finalidad de lucro [donde sea como sea que se diera y se dé la posibilidad objetiva para ello]. Es preciso, por tanto [en aras de la corrección histórica], abandonar de una vez para siempre un concepto [una definición] tan elemental como ingenuo del capitalismo, con el que nada tiene que ver (y mucho menos con su “espíritu”) la “ambición” [Erwerbsgier = el afán de lucro], por ilimitada que ésta sea [no es lo que define en absoluto el capitalismo]; por el contrario, el capitalismo debería considerarse [identisch sein = identificarse] precisamente como el freno [Bändigung = represión, contención] o, por lo menos, como la moderación racional de este impulso irracional lucrativo. Ciertamente, el capitalismo se identifica con la aspiración a la ganancia [beneficio] lograda con el trabajo [Betrieb = empresa, impulso] capitalista incesante y racional, [nach = a] la ganancia siempre renovada [beneficio reiterado], a la ‘rentabilidad’. Y así tiene que ser; dentro de una ordenación [orden] capitalista de la economía, todo esfuerzo individual no enderezado [empresa capitalista particular no orientada] a la probabilidad de conseguir una rentabilidad está condenado al fracaso».
»Erwerbstrieb«, »Streben nach Gewinn«, nach Geldgewinn, nach möglichst hohem Geldgewinn hat an sich mit Kapitalismus gar nichts zu schaffen. Dies Streben fand und findet sich bei Kellnern, Aerzten, Kutschern, Künstlern, Kokotten, bestechlichen Beamten, Soldaten, Räubern, Kreuzfahrern, Spielhöllenbesuchern, Bettlern: - man kann sagen: bei »all sorts and conditions of men«, zu allen Epochen aller Länder der Erde, wo die objektive Möglichkeit dafür irgendwie gegeben war und ist. Es gehört in, die kulturgeschichtliche Kinderstube, daß man diese naive Begriffsbestimmung ein für allemal aufgibt. Schrankenloseste Erwerbsgier ist nicht im mindesten gleich Kapitalismus, noch weniger gleich dessen »Geist«. Kapitalismus kann geradezu identisch sein mit Bändigung, mindestens mit rationaler Temperierung, dieses irrationalen Triebes. Allerdings ist Kapitalismus identisch mit dem Streben nach Gewinn, im kontinuierlichen, rationalen kapitalistischen Betrieb: nach immer erneutem Gewinn: nach »Rentabilität«. Denn er muß es sein. Innerhalb einer kapitalistischen Ordnung der gesamten Wirtschaft würde ein kapitalistischer Einzelbetrieb, der sich nicht an der Chance der Erzielung von Rentabilität orientierte, zum Untergang verurteilt sein.

Fíjate bien en dos cosas. Por un lado, el Sr. Weber nos dice que el capitalismo no se caracteriza principalmente por el "ánimo de lucro", ya que ésta es una tendencia humana ampliamente compartida. Y por otro, afirma que, contra la opinión de muchos, el capitalismo es precisamente un sistema económico que refrena este ánimo de lucro individual, y lo refrena porque "racionaliza" el acto económico en el sentido que lo somete al principio de rentabilidad pero dentro de una compleja organización basada en el trabajo libre de sus miembros.

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